Alza la voz contra el populismo y los eslóganes populistas
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Retórica

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  1. Haz preguntas lógicas: “¿Cómo lo sabes?”, “¿Puedes explicarme cómo encajan x e y?”, “¿Tiene un ejemplo concreto?”.

    Las preguntas suelen enredar a los esloganistas en contradicciones o señalar los absurdos de la argumentación. Una forma perfecta de desmontar la argumentación. Haciendo este tipo de preguntas, ellos (y los espectadores) pueden darse cuenta de la debilidad de los argumentos.

  2. Tú también puedes estar de acuerdo: N¿Ahora la persona con la que hablas expone una tesis que crees que puede tener “algo de verdad”? Entonces puedes estar de acuerdo tranquilamente en algunas partes, mostrar comprensión. Pero no cejes en tu empeño de relativizar las afirmaciones, señalar complejidades y sugerir formas alternativas de pensar.
  3. Establece límites y actúa: Cuando nos encontramos con retórica dañina o declaraciones ofensivas, es crucial establecer límites claros y expresar desaprobación. Exprese con claridad y firmeza que determinadas declaraciones no son aceptables y van en contra de los principios de respeto e inclusión.
  4. Pero hay hechos que funcionan mejor que otros: Hechos que provocan reflexión o desencadenan irritación. La mejor forma de transmitirlos es en forma de historias personales, anécdotas y experiencias personales.
  5. ¡No te distraigas! La persona de los eslóganes te está machacando con un tópico tras otro? Entonces pídele que se ciña a su primera tesis para poder discutirla. Es mejor desactivar un eslogan que enredarse en muchos argumentos diferentes.
  6. Crea alianzas: Si alguien en la mesa presenta un argumento eficaz, o hay algunos puntos en común, simplemente retómalos en tu siguiente contribución a la conversación, nombra los puntos en común.
  7. Ignora al líder: Alguien en la mesa está hablando todo el tiempo. Por supuesto, esto tienta a responder. Pero no es una buena táctica: los indecisos que escuchan en silencio desde la mesa son mucho más interesantes. Es más probable que reflexionen sobre tus argumentos. Y si les preguntas específicamente por su opinión o su experiencia, pueden convertirse en aliados.

¡Practiquemos!

1) Di en voz alta las siguientes frases, puedes grabarlo y ver si te encuentras lo suficientemente convincente.

 

2) A continuación, practica delante de un espejo. Repite este ejercicio hasta que esté satisfecho y se encuentre convincente.

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