Acerca de este módulo
¿Quién no conoce esa sensación? Estás de camino a casa después de una noche en el bar, posiblemente de una reunión universitaria o de un acto público. No dejas de pensar en una situación concreta. No paras de repetir lo que has dicho o, mejor dicho, lo que no has dicho. Estás descontento, descontenta con tu falta de agudeza y tu falta de conocimientos, sobre todo cuando se trata de desplantes y discursos brutos, simplificadores y populistas.
Cada vez con más frecuencia nos encontramos con eslóganes populistas, nacionalistas y antidemocráticos que crean deliberadamente divisiones entre “nosotros” y “ellos”, o demonizan a grupos marginados.
Analistas, políticos, periodistas y ciudadanos coinciden en que el populismo representa una de las amenazas más peligrosas para la democracia pluralista. El discurso populista suele basarse en la simplificación excesiva, la búsqueda de chivos expiatorios y la manipulación de las emociones. (Véase “Mantenerse fuerte y resistente frente al populismo“) Una vez que nos encontramos, oímos o somos testigos del populismo, muchos de nosotros nos sentimos indefensos ante un discurso en el que la verdad y los hechos desempeñan un papel subordinado y se culpa de los complejos problemas políticos a las minorías y se ofrecen soluciones aparentemente sencillas sin ninguna prueba. Pero, ¿cómo reaccionamos ante tales consignas en el día a día, en la comunidad, en los grupos de iguales?
Este módulo pretende sensibilizar sobre los prejuicios y la discriminación en la sociedad y reforzar nuestra capacidad para hacer frente a las declaraciones populistas (de derechas). La ciudadanía activa no surge automáticamente, sino que es útil encontrar apoyo y adquirir herramientas para afrontar mejor el populismo declarado.